Una alegría para los catalanes en la diáspora
La declaración de hoy para los catalanes de la diáspora
realmente es un logro, un anhelo que muchos lo escuchamos desde chicos,
pero pensamos que no íbamos a llegarlo concretarse. Para nosotros, y
para mí, seguir toda la votación fue un momento de mucha euforia y de
mucho placer. Soy también conciente de que nada fue pactado: 18 veces se
intentó pactar un referendo y no se pudo concretar. Y esto se debe a
que hay toda una metodología desde el gobierno central de Madrid que no
quiere oìr, que no desea escuchar ni negociar. Para la cultura
castellana, la negociación es señal de debilidad y eso queda demostrado
en el ejercicio de fuerza que hicieron el 1 de octubre apaleando gente.
Sobre todo, no dejando que se pueda votar, que se pueda decidir.
Creo que para los argentinos, desde este lado del mundo, es mucho más interesante ver qué está sucediendo desde una mirada un poco más abarcadora, desde una mirada un poco más sociológica, psicológica, sociológica y no encerrarse en el discurso del derecho.
Creo que para los argentinos, desde este lado del mundo, es mucho más interesante ver qué está sucediendo desde una mirada un poco más abarcadora, desde una mirada un poco más sociológica, psicológica, sociológica y no encerrarse en el discurso del derecho.
Como sabemos los que hemos tratado con abogados, las
leyes caducan, cambian. Si no entendemos lo que pasa como un cambio
epocal, sino lo entendemos dentro de un proceso en el que también estuvo
involucrado Argentina en el quiebre del 2001, si no lo entendemos
dentro de un proceso que incluyó el 2015, la primavera árabe, no vamos a
entender lo que pasó hoy en Cataluña.
Para usar términos
psicoanalíticos, hay un malestar en la cultura muy fuerte. Para mí, hay
claramente, un malestar en la cultura democrática, en la democracia de
partidos, la democracia de acuerdos en despachos. Esa forma fue vaciando
de contenidos a la democracia. El mal uso que hicieron algunos
políticos del término democracia y de la gestión democrática y de la
gestión política, la terminó vaciando de contenidos. Y ese vacío genera
un descrédito frente a ciertos planteos. Por ejemplo, es muy fuerte que
el partido popular, especialmente Mariano Rajoy hable de legalidad
cuando él mismo, en el caso Gürtel, no la cumplió. El PP está implicado
en un caso de corrupción en el que una jueza en Madrid dijo que vivían
de la corrupción. Y esto lo dice una jueza madrileña.
Por eso es difícil creerle. Hay muchos dirigentes del PP con causas penales y causas judiciales. Con qué autoridad se habla de legalidad. En España, de buenas a primeras, se cambió la constitución en muy poco tiempo para salvaguardar a los bancos. Es decir, cuando se quiere, hay una mirada amplia que sostiene estructura de estado que ya están perimidas.
Por eso es difícil creerle. Hay muchos dirigentes del PP con causas penales y causas judiciales. Con qué autoridad se habla de legalidad. En España, de buenas a primeras, se cambió la constitución en muy poco tiempo para salvaguardar a los bancos. Es decir, cuando se quiere, hay una mirada amplia que sostiene estructura de estado que ya están perimidas.
Con
la independencia de Cataluña se demuestra que hay un régimen, el
régimen del 78, momento en el que se hizo una constitución con el miedo
que vuelva el franquismo (había muchos jueces que venían del gobierno
anterior), la Alianza Popular, que es germen del Partido Popular. Un
proceso similar al de aquí en el 83, en el que muchas decisiones que se
tomaron tuvieron que ver con una apuesta a la democracia. Pero la
situación en España y en Europa no es la misma. La Unión no cumple con
los propios acuerdos para los refugiados, y termina siendo un club, no
de países, sino de empresarios. Un dato es que hay presidentes del
estado español que terminaron dirigiendo empresas europeas privadas.
Los
negocios privados, los negocios con la política, van generando un
sinsentido que llevarán a otros modos de vivir la democracia. La
independencia de Cataluña nos lleva a un nuevo modo de vivir la
democracia.
El presidente Carles Puigdemont dudó de
declarar la independencia y la gente le volvió a decir dónde estaba, qué
es lo que quería. El 1 de octubre constituye un hecho increíble porque
la gente fue la que custodió las urnas para que se pudiera votar. La
gente va a custodiar de la misma manera las instituciones.
Esperemos que en los próximos días, reine el espíritu de diálogo y la independencia sea origen de nuevos contenidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario