miércoles, 27 de diciembre de 2017

Informe a Periodistas. Nº 37. Articulo Suso del Toro. 27 de diciembre de 2017

https://www.ara.cat/es/opinion/Espana-tiene-problema_0_1928207358.html


Estimados Periodistas, 
Al descubrir este claro y concreto artículo, decidí pasarselos para poder leer de un escritor Gallego un análisis de la situación catalana luego de las elecciones. 


España tiene un problema
Es mérito de Rajoy y del centralismo que la sociedad catalana se hiciera más militante y decidida
SUSO DE TORO Escritor 21/12/2017 23:20 

España tiene un problema y esta vez no puede resolverlo con una masacre. Haga lo que haga el gobierno, vacíe el Estado, arruine a las familias, anule las libertades, acabe con la autonomía de la Justicia, la sociedad española demostró ser incapaz de reaccionar. Esta sociedad es muy débil, el franquismo sociológico lo transformaron en franquismo político y la opinión crítica ha visto como un partido que decía ser oposición, el PSOE, se entiende con este gobierno.
Curiosamente, el gran desafío al gobierno e incluso a los poderes del Estado lo creó ese mismo partido posfranquista que gobierna. Fue el PP de Rajoy quien con su campaña contra el autogobierno catalán condujo a la mitad de la sociedad catalana, la más viva, al independentismo. A Rajoy, además de su gestión directa desde el gobierno, habrá que sumarle ese mérito histórico.
Una vez que existía esa realidad social, esa ciudadanía tan extensa que se siente ofendida por el estado español y que cree que no le queda más salida que marcharse, los verdaderos poderes del estado se arremangaron y metieron directamente las manos en la masa, desde el Rey al poder financiero, y actuaron detrás de Rajoy utilizando los medios de comunicación como armas de agitación contra la demanda catalana. Un conflicto político creado interesadamente a beneficio del centralismo, que calculaba que lo beneficiaría en todo momento y que condujo, sin dejar lugar al diálogo, a un todo o nada.
Españoles, lo repito, admiren a esa ciudadanía republicana, libre y sin miedo
Estoy convencido de que los poderes de la corte madrileña desconocían a lo que se enfrentaban. Nunca habían querido conocer ni neconocer a Cataluña como nación. Encontrar a un político español que sepa catalán es todo un reto. Y habían establecido un cómodo entendimiento con un grupo social que facilitaba gobiernos y garantizaba la paz social y, sobre todo, la nacional. En la corte siguieron imaginando a Catalunya a través de las figuras de Pujol, Durán i Lleida e incluso el primer Mas, pero la sociedad catalana cambió profundamente en los últimos diez años, apartó a esa casta que la había representado y emergieron sectores sociales nuevos y enérgicos. Fue mérito de Rajoy y los poderes centralistas hacer que esa sociedad democrática se hiciese más militante y decidida.
“Os montaremos un Ulster que os vais a cagar”, eso quisieron hacer. La hostilidad del gobierno y del estado, con todos sus instrumentos, es histórica, y ha dejado al descubierto que España no es una democracia que ofrezca protección y garantías a la ciudadanía. No hay justicia independiente, debemos temerla como debemos temer a la policía. Cataluña fue literalmente ocupada, como bien explicó a gritos el jefe de los antidisturbios enviado a Barcelona (“¡aquí yo soy la puta ley!”) tras agredir a un camarero porque le habló en una lengua que creyó que era catalán. Eso y todo tipo de violencias callejeras llevan viviendo los catalanes en sus ciudades y pueblos desde hace dos meses. Un intento de ulsterizar un país pacífico.
El estado español procesó, embargó, encarceló o exilió a los dos últimos presidentes de la Generalitat y a sus gobiernos. Los medios de comunicación españoles llevan meses difamando y dando una imagen negativa, absolutamente sectaria, de cualquier movimiento político de Catalunya y de ese país en general. Y en ningún momento ha habido un gesto de apoyo significativo, al contrario, los poderes y sus medios de comunicación solo alentaron manifiestos contra el referéndum. Los catalanes se han sentido solos e incomprendidos, incluso muchos de esos catalanes que han votado por los partidos del 155 se han sentido rechazados por España y los españoles. Nadie puede ya reparar esas heridas.
El camino iniciado por Rajoy, recogida de firmas, boicot, recurso contra el Estatut, radicalización del españolismo, “a por ellos”... tuvo consecuencia inmediata para su partido: los poderes financieros, ya a cara descubierta, comprendieron que en Catalunya su instrumento no podía ser el PP ni el PSOE-PSC, y apostaron por Ciudadanos con una financiación obscena y autocares de gente de toda España. No es probable que el IBEX y la Casa Real apuesten inmediatamente por un gobierno de Ciudadanos, todavía tienen un entendimiento que viene de siempre con el PP, que cuenta con una estructura territorial fuerte, pero es un serio aviso para Rajoy y abre el camino a un futuro gobierno del PP con Ciudadanos. Ya no hará falta que González y Cebrián conduzcan al PSOE a permitir gobierno.
Pero lo que el mundo, digo el mundo y no la sociedad española encerrada en la esfera de esos medios de comunicación, ha visto es que ni el estado con su violencia ha conseguido derrotar a esa ciudadanía catalana. El resultado del independentismo es una victoria de la democracia, de una ciudadanía que se enfrenta sin miedo a unas coacciones como no se habían visto en mucho tiempo en Europa. Esa Europa vacía de gobierno y de política.
No sé si Rajoy y el Rey, después de sus anuncios de aplicar castigos a Catalunya, volverán a comparecer, y no imagino como podrán enfrentar la humillación que le han propinado esos catalanes desarmados y con sus gobernantes presos o exiliados.
Españoles, lo repito, admiren a esa ciudadanía republicana, libre y sin miedo capaz de enfrentar porras, multas, cárcel o exilio. Con esa nación tendrá que dialogar y pactar ahora el estado español, ese estado para el que dialogar es humillarse.



el procés sigue.



El proceso independentista sigue su curso. A fin de cuentas, un anhelo enraizado en la historia de Catalunya y dinamizado, para mal o para bien, en la última década, no puede más que seguir desarrollándose y ello porque, precisamente, no se trata de una decisión de un día ni, mucho menos, de un capricho, sino de un proceso que viene desde muy lejos en el tiempo. 
La fecha del próximo 21 de diciembre subordina y condiciona, en la coyuntura,  a actores y propuestas, pues de allí saldrá la nueva configuración parlamentaria. Pero ha ingresado otra vez al escenario, súbitamente y de modo impensado, un concepto que ya tiene vida propia pues lo esgrime con tenacidad digna de mejor causa el gobierno español: es el concepto de "ley" y, más allá, el de "Estado".
La sorpresiva muerte en Buenos Aires del Fiscal General de España, José Manuel Maza Martín (autor de las querellas en la Audiencia Nacional de España contra el ex presidente regional catalán Carles Puigdemont y trece ex consejeros autonómicos por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación) actualizó, como un acto reflejo, aquellos conceptos, pues el homenaje que  rindió  el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, enfatizó que el occiso había llevado una vida "... al servicio del Estado"; en tanto que la Asociación de Fiscales de España, al deplorar esa muerte, consignó que la obsesión de Maza Martín había sido "... el principio de legalidad, la ley y el derecho".
Es claro, así, que, al interior del gobierno español, habita la convicción de que nunca jamás le será concedida la independencia al pueblo catalán. Porque si la ley, el derecho y el principio de legalidad se hallan allí, pétreos e inmodificables a lo largo del tiempo, nada más hay que hacer sino resignar la aspiración libertaria sacrificándola en el altar de la obediencia al Estado. Claro que con esos criterios todavía nos regiría el derecho romano tal como fue concebido por Ulpiano y Paulo, insignes juristas de aquel imperio.
El caso, entonces, es que todo lo que hoy es legal alguna vez fue ilegal, incluso las aspiraciones políticas de la familia De Borbón Parma, que no siempre gozó de simpatías a lo largo de la historia de España. Hay una tensión aquí, entre derecho y política, entre supremacía de la ley y soberanía popular. Y el modo de superar esta tensión es la negociación entre  partes legitimadas por la voluntad popular.
A ello apunta el 21 de diciembre próximo. La "catalanidad" independentista marcha al comicio sin lista de unidad pero ello no obstará a que, en el Parlament, la Esquerra Republicana, el PDeCat y la CUP sigan actuando como un frente común. Hay programa para tal convergencia: a favor de la democracia, contra las soluciones autoritarias y represivas, a favor de terminar con el artículo 155, por la libertad de los presos políticos y a favor de legitimar lo que el 1º de octubre eligieron los catalanes.
Mientras tanto, consignamos tres hechos que enrarecen el clima político. El jueves 16, Marta Rovira, la "Nº 2" de Esquerra Republicana visitó a los "ex consellers" en prisión en las cárceles de Estremera y Alcalá-Meco. Cuando se retiraba, denunció que el Govern no aplicó la independencia tras la declaración unilateral realizada en el Parlament el pasado 27 de octubre porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy amenazó con utilizar armas de fuego contra la población en Catalunya. Rajoy, apelando a un lenguaje violento en línea con lo acontecido el 1º de octubre,  calificó esta denuncia de "burda patraña" y "mentira miserable".
También la semana pasada trascendió que el ideólogo de los atentados terroristas de Barcelona era confidente de los servicios secretos españoles.  Y que el trabajo realizado por la Guardia Civil y la inteligencia del gobierno español fue increíblemente deficiente. Sólo gracias a la actuación de los Mossos d'Escuadra se pudo esclarecer el hecho, especialmente por la actividad del señor Trapero, el jefe de los Mossos, hoy relegado a tareas administrativas. Esta información la publicó on line el diario  Público (www.publico.es).
Finalmente, el sitio www.eldiario.es informó, el sábado 18 de noviembre, que el Partido Popular del presidente del gobierno de España Mariano Rajoy, es imputable por ser penalmente responsable de  destruir pruebas de los discos duros de su tesorero, Luis Bárcenas. Este caso de corrupción se suma al originado en 2003 (caso Gürtel) y dejan  a la intemperie, en primer lugar, al propio Rajoy, quien para la mayoría de los catalanes carece de autoridad moral para señalar  -como lo ha hecho-  que la ley está para cumplirla y que el Estado está para servirlo.

martes, 26 de diciembre de 2017

Informe a Periodistas. Nº 35. 22 diciembre de 2017



Ni la prisión, ni el exilio, ni la brutal interveción de 7 semanas en la autonomía, ni la censura en TV3 o Catalunya Radio, ni la campaña que se hizo en los medios, ni la judicialización pudo ganarle al independentismo.
La participación fue histórica, un 80%. Y se puede observar que las Tres fuerzas indepes… llegaron al 70 escones. Y que las tres fuerzas unionistas o bloque del 155 llegaron a 57 diputados.
La ganadora Arrimadas, fue la que aglutino el voto útil y fue la depositaria de los votos del PSC y PP.  Siendo un desastre el resultado del PP, luego de haber sido el responsable directo del 155 y del mal trato constante a la administración Catalana y su judicialización.
 La coalición que se presento en el 2015 de junts per si, logro 62 diputados. Esta vez fueron por separados y lograron así 66 diputados.

Escrutados
99,89%
Diputados a escoger:
135
Censo total:
5.328.270

Escrutado
99,89%
Votos contabilizados:
4.360.843
81,94%
Abstenciones:
961.426
18,06%
Votos nulos:
16.027
0,37%
Votos en blanco:
19.377
0,44%

Partido

Votos

%

Diputados
C's
1.102.099
25,37%
37
JUNTSxCAT
940.602
21,65%
34
ERC-CatSí
929.407
21,39%
32
PSC
602.969
13,88%
17
CatComú-Podem
323.695
7,45%
8
CUP
193.352
4,45%
4
PP
184.108
4,24%
3







A vuestra disposición.