viernes, 12 de agosto de 2011

Creo en Vos

Realmente escribo estas líneas desde la indignación de la falta de contenido. Que significa “creo en vos”: es la frase dicha por un discípulo, un creyente a su Creador. Los católicos cuando recitamos el Credo damos testimonio público de muestra creencia. Pero… acá estamos hablando de votar a un candidato para gobernador o presidente de la nación, que no tendría que ver con la fe. Aunque votar hoy en día es un acto de fe.
Cuando uno vota, busca un candidato que lleve a cabo el proyecto en el cual uno se siente identificado, y no por un sentimiento.
Con el uso de este eslogan “creo en vos” nos revela que los ideólogos de campaña se centraron en el discurso postmoderno para hacer política; donde lo que importa es lo que vos sentís, que no estás solo, en tus afectos, por eso es que te dicen que te tienen fe a vos y se omite hablar de proyectos o de procesos en el cambio de las situaciones u hechos que están mal o deben mejorar.
Con el resultado de las elecciones veremos si el estilo de campaña les da resultado. Pero no quiero dejar pasar que, aunque dé resultados, no deja de vaciar de contenidos a la política, es decir, estamos a la deriva de los sentimientos igual que están dos adolescentes que recién se enamoran, sabiendo que ese amor de adolescente es efímero y dura hasta que aparece otro. Complicado es manejarnos así, sobre todo cuando hablamos de gobernar un país o una provincia porque estamos en el terreno de la inestabilidad de los sentimientos.

viernes, 24 de junio de 2011

El Eterno Retorno (Pensar antes de votar IV)

Los Sabios Griegos con frecuencia hacían referencia al concepto filosófico del eterno retorno; y con ello, querían demostrar que todo vuelve, que hay un ciclo vital del que no nos podemos escapar; entendiendo ese ciclo de manera fatalista, del que no salimos porque estamos al arbitrio de los dioses.

Que sabios que eran aquellos filósofos si nos ponemos a pensar en la economía de nuestro país y del actual mundo. Una muestra de ello es escuchar las declaraciones del ex director gerente del FMI Michel Camdessus cuando reconoce que se equivocaron con algunas recetas económicas en la Argentina .

Pero el FMI o el Banco Central Europeo, no aprendieron del desastre que nos hicieron y ahora llevaron al mismo precipicio a Grecia y, tal vez, a otros países más; por ello afirmo que ese concepto es tan vigente y real como se planteaba en la antigüedad.

Excepto, en Ecuador que se animaron a armar un comisión que estudió la deuda externa y comprobó que era fraudulenta, planteo una quita y se la sacó de encima. Es clara la relación entre el eterno retorno y el endeudamiento de los países. El sistema capitalista, genera las posibilidades para que nos endeudemos y quedemos entrampados en una tela de araña de la que no se puede salir.

Para salir de ella, hay que salir del planteo económico. Es necesario, estudiar seriamente cómo nació la deuda, donde se utilizó es plata y quienes fueron los responsables de dicha calamidad. Los invito a que vean el documental debtocracy http://www.youtube.com/watch?v=KX82sXKwaMg donde de manera muy gráfica verán como están planeadas las estrategias económicas para que el eterno retorno sea eterno.

Este tema lo planteo en mi blog como pensar antes de votar porque no nos podemos hacer los desentendidos del tema, ya que, el problema de la deuda fraudulenta y corrupta fue y es uno de los problemas más serios que nos tocó vivir en nuestra sociedad democrática (recomiendo consultar "el informe Olmos") . Entonces, por qué ningún gobierno tuvo el ánimo serio de investigar el origen de nuestra deuda, de declararla deuda odiosa y no pagarla. Esto para mi es la clave para pensar que la mayoría de nuestros gobiernos fueron de derecha, y aunque hicieron algunos beneficios para el pueblo, sus verdaderos interlocutores son los centros de poder económico.

Por ello, depende de nosotros que nos salgamos del eterno retorno de los cálculos matemáticos – económicos - y entremos a la legalidad de la verdad para cortar el ciclo nefasto de la deuda.

jueves, 23 de junio de 2011

Modelo o Proyecto de País (Pensar antes de votar III)

Cuando el gobierno habla del modelo, a mí, no me queda claro que quiere decir. Una de las razones de dicha situación es que nunca se tomaron la molestia de escribirlo y darlo a conocer (o por lo menos no llegó a mis manos).

Me gustaría pensar en este escrito la diferencia que existe entre la expresión modelo y proyecto.

Cuando se habla de modelo se hace referencia a algo externo a uno, que se lo puede observar y se lo copia. En la filosofía Platón nos hablaba de un personaje, “el demiurgo”, que miraba al mundo de las ideas, que estaba lejos e inaccesible, donde estaban los “modelos” de las cosas y los copiaba en la tierra. El demiurgo era un artesano que copiaba lo que veía.

Si decimos Proyecto de País, nos hace referencia a algo distinto de lo anterior, primeramente a proyecto, que es, reunir varias ideas para llevarlas a cabo, es una planificación que consiste en un conjunto de actividades que se encuentran interrelacionadas y coordinadas. Por lo tanto, para armar un proyecto cómo del que estamos hablando es necesario tener un equipo interdisciplinario debido a la complicación del tema.

Entonces, no es lo mismo la utilización de un término o de otro. Porque habla de una concepción ideológica muy distinta. Es decir, para realizar un modelo, necesitamos un copista, para realizar un proyecto necesitamos gente capacitada que arma un equipo y concensúa.

En la Argentina, la última vez que se plasmó un Proyecto de País fue en la época de la Generación del 80'; nos damos cuenta que pensaron un país donde la educación se relacionaba con el trabajo, donde la inmigración era la base de la mano de obra que se debía incorporar a una nación de recién comenzaba.

Obviamente, mi posición política no coincide con los contenidos del proyecto de la Generación del 80' pero eso no significa que no valore que las personas que integraron ese grupo pudieron pensar un país en su totalidad.

Lamentablemente nuestros políticos no están a la altura de poder pensar en estos términos y eso hace que tengamos que padecerlos, junto con sus decisiones.

martes, 14 de junio de 2011

El Fin del Trabajo (Pensar antes de votar II)

Jeremy Rifkin, en el año 1995 nos propone en un libro con el título de este artículo las dificultades que se producen en las sociedades para sostener el trabajo.

Maslow nos propone (en contra de lo que dice el medio pelo argentino) que el primer organizador es el trabajo y no la educación. El problema argentino es que falta trabajo real y bien pago y que a ello lo acompañe la instrucción y no al revés.

Entonces lo que está crisis es el paradigma de “trabajo para todos”. Estamos en una época que los que ostentan el poder no están dispuestos a obtener menos ganancias de las que obtienen y para seguir obteniéndolas, es necesario que ahorren en mano de obra producto de los logros que la tecnología les está brindando.

Y entonces, ¿qué se hace con las personas que no tienen trabajo? Se las subsidia. No hay otra posibilidad, hay que repartir subsidios para que la gente no se muera de hambre, para que no nos terminemos de desintegrar socialmente y que no se produzca una crisis tan grande que nos matemos los unos con los otros.

Por ello, aplaudo a este gobierno con los planes de subsidios que brindó. Lo que les cuestiono es que no tienen la capacidad para pensar cómo salimos de este sistema de post-mercado capitalista; y que se animen a pensar otra sociedad posible donde el casi pleno empleo sea una verdad y en el que todos podamos vivir dignamente con el trabajo de nuestras manos o mentes.

Las necesidad básicas satisfechas (Pensar antes de votar I)

Hace unas semanas se votó en España regidores y alcaldes. Del resultado obtenido se pueden sacar varias conclusiones:

1. Victoria rotunda del Partido Popular. (la derecha)
2. El P.P. tuvo más votos que la última elección, pero lo rotundo fue la baja de votantes y asistentes a votar que hizo que el PSOE, pierda. Producto del descrédito que sufre el gobierno en el manejo de la crisis.

Tiene lógica pensar que cuando estamos pasando por una crisis o una situación de incertidumbre social o personal, los humanos tendemos a buscar la seguridad (del poder, de las ideas, etc) para sostenernos mientras pase la turbulencia.

Lo que no entiendo o me cuesta entender es que esa seguridad sea brindada por un partido que fue acusado y que está envuelto en situaciones muy graves de corrupción, ya que, refugiarse en corruptos como seguridad es poco confiable.

Desde este lado de la orilla, vemos que nos sucede algo parecido. No paran de aparecer situaciones importantes de corrupción; Jaime, los secretarios privados de la Presidente, la fortuna realizada con las compras de tierra en el Calafate, la Ministra de Economía, y ahora, Schoklender.

Es innegable que poder tener un gobierno impoluto durante 8 años es imposible. Las personas que se necesitan para gobernar son tantas que es imposible poder auditar y controlar todas las situaciones.

Entendiendo lo anteriormente expresado, no logra satisfacer mi entendimiento que, aunque se hayan hecho cosas buenas, nos acostumbremos o soportemos la corrupción, y no nos animemos a buscar un nuevo gobierno que sostenga las cosas buenas que está haciendo el actual gobierno, pero sin robo.

Por eso creo que nos movemos con el criterio de Maslow y nos cuesta salir del primero “las necesidades básicas satisfechas”. Es propio de psiquis pobres en su crecimiento, producto de muchos años de pobreza social, que no pueden trascender de su propio ombligo y mirar un poco mas allá, dejando de buscar la mísera satisfacción personal (la clase media que viaja a EEUU en el uno a uno, el demo dos de Martinez de Hoz, el me dieron la jubilación de los K).

Pensar estas situaciones desde Maslow me hace entender un poco mas cómo nos ven los políticos nacionales y a donde apuntan en el momentos de lanzar propuestas o hacer acciones de gobierno: “a lo momentáneo” porque la psiquis de la persona que busca tener sus necesidades básicas satisfechas sólo puede pensar en hoy.

domingo, 22 de mayo de 2011

Corporación Política

En España hace unos días que se vienen manifestando jóvenes, se hacen llamar “M 15”. Es una plataforma que exige cambios en la política y economía del gobierno de Zapatero. La novedad es que nadie los representa, sin líder, y solicitan transparencia y oportunidades para tener un futuro digno, reclamo básico de cualquier sociedad.

Hace dos días, la Presidente Argentina, en un discurso hizo alusión de lo que sucede en España dando entender que nosotros fuimos precursores y que acá se hizo caso a la demanda de la gente. Parece ser que ayer se lo olvidó, ya que, ella designó a quien iba a ser el candidato para Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dicho designación es fruto del más rancio estilo jerárquico de gobernar designando a “dedo” al delfín, y la gente, los afiliados, solo están para aplaudir lo que los iluminados deciden.

Por ello, creo que lo que mejor definen a los políticos es denominarlos como corporación; y esta definición se la puede aplicar en casi todos los países democráticos y no solo pensar en el tercer mundo.

Podemos observar como los políticos se aislaron de la realidad que nos circula a todos, están discutiendo cosas que a ellos solos les interesa, y luego, transan en negociaciones por debajo de la mesa sin ningún escrúpulo para no peder el poder que han obtenido.

Queda claro, entonces, que los políticos argentinos no aprendieron de lo que paso el 2001, lo mismo sucederá a los políticos españoles, como no aprendieron los políticos franceses hace dos años con las revueltas en los barrios de la periferia de París, como no están aprendiendo los políticos griegos.

Entonces podemos penar que la dificultad de esta situación es: que las movilizaciones populares quedan en quejas de descarga, en desahogo popular propio de una sociedad postmoderna que se junta y en el quejarse se siente acompañada en esos hitos sociales. Pero que no logran entablar una buena comunicación, ya que la relación es Light – postmoderna-, que derive en un entramado social y en la articulación del cambio con estructuras que plasmen el sentimiento de indignación. En la Argentina no lo supimos hacer y , por ello, volvió la misma corporación que utiliza distintos palabras para que nada cambie.

El aspecto positivo de estas movilizaciones es el saber que esta sociedad “global” está dejando de ser indiferente – y por ello postmoderna- comenzando a conscientizarse de la necesidad del reclamo para que las cosas cambien, que ya comenzarán a plasmarse.

viernes, 18 de marzo de 2011

Intelectuales K 2

¿Qué son los intelectuales K? Son personas que por su capacidad, estudio y forma de pensar son considerados intelectuales, y que libremente, adhirieron a esta corriente política denominada K.
Los argentinos estamos acostumbrados a que nuestros intelectuales vivan en un áurea púrpura que nunca es manchada por el barro de la política. Por eso hay que valorar que un grupo de intelectuales piense y apoye este modelo.
Por otro lado, es evidente que la manera en que se hace política en nuestro país, no necesita de intelectuales sino de militantes…. ¡que peligro! Porque el militante es el funcional, el que no siempre piensa, ni tiene eso 5 minutos para cuestionar el modo de actuar… pudiendo terminar haciendo cosas que contradicen lo proclamado.
El intelectual es un cuestionador de la realidad, una persona que piensa la realidad desde una teoría y que además la realidad le cuestiona la teoría. Es un pensador, que se deleita en el pensar y disfruta de encontrar belleza en el saber.
Pero eso no lo hace un sabio, ya que un sabio es el que puede agregarle el plus de la mística para entender la realidad… de saber cuando se puede avanzar, detenerse o solo llorar, porque sabe convivir con los límites propios de su vida.
Por eso creo que, a los intelectuales K les falta mística (el ver desde la teología de la historia), porque pueden ser críticos frente a la realidad y aceptar que este movimiento es el único posible en la actualidad que nos guíe, ya que, sin ellos queda la nada. Esa nada que desespera, que desestructura, que nos pone frente al vacío existencial, frente a la angustia.
Eso es lo que les pasa: esa angustia les invade y sienten que no hay nadie que pueda hacer algo mejor, que les hace aceptar los discursos vacíos, los anuncios que no anuncian, que declaman deseos de mejoras, y que, pregonan enemigos que no son otros que los enemigos internos propios de las psiquis humanas.
Si como sociedad nos animaramos a caminar acompañados de ese monto de angustia, nos daríamos cuenta que ningún partido o movimiento puede colmar las necesidades de mejoras que necesitamos como sociedad; por eso, el constante recambio en el gobierno es la mejor solución para una sociedad que tiende a buscar la megalomanía y el poder absoluto como solución para contenerle su propia angustia de existir y su propia responsabilidad en la transformación.

jueves, 17 de marzo de 2011

Intelectuales K 1

Hace unos meses que ando rumeando sobre el porqué intelectuales o personas pensantes se aferran a lo K.
Me cuesta entender qué es lo que los motiva a defender situaciones de corrupción e ilegalidad tan marcadas como se notan en este gobierno. Debo ser honesto, que esta característica es de la mayoría de nuestros gobiernos argentinos.
Parece ser que, a los argentinos nos gustan los gobiernos megalómanos “somos los únicos que hemos hecho…” y junto a eso, perversos en el uso del poder: “declamar los DDHH y no atienden los reclamos de los aborígenes que reclaman en Av de Mayo porque gobernadores aliados hacen negocios con sus tierras… alardean contra las corporaciones salvo con las que hacen negocios…”
Ese ejercicio del poder “perverso” nos atrae, produce excitación y motiva a ser parte de una sociedad transgresora, que al transgredir se cree superior ya que no tiene límites que respetar.
Pero, esto no me convence como único motivo para sostener la defensa de un estilo de ejercicio del poder que no construye institucionalidad, sino, solo poder para mantenerse en el mismo estado.
Cuando se analiza un caso en terapia es clave realizar la mirada retrospectiva, buscando la génesis de dicha situación para entenderla.
Fue esto lo que hice con respecto a estos intelectuales; me acordé de que hace 9 años para atrás tuvimos shock de realidad que nos quebró como sociedad. La Crisis del 2001-02 fue tan fuerte que nos desestructuró.
Esto lo podemos observar en cómo los porteños nos acostumbramos a convivir con mucha gente que vive en la calle producto de ese episodio dramático que estuvimos inmersos, siendo este el fenómeno más claro de desestructuración psíquica personal vivir en la calle.
Es obvio que nadie quiere y puede vivir en una crisis constante, es insostenible la tensión constante (por eso se prefiere el desenlace de lo que sea para calmar ese desgaste constante de energía, por ejemplo: luego de un período largo de enfermedad, la muerte es un alivio) nos desgasta, agota y genera una irritabilidad difícil de convivir.
Frente a pensar en una situación igual, vamos al refugio de saber quien nos sacó de la crisis (dato erróneo y perversamente difundido) que nos hizo soñar nuevamente con una argentina que avanza y crece, que volvió a ser el granero del mundo…
Lo serio es que, lo que no se analiza se repite, y, creo que nosotros como sociedad todavía no aprendimos de nuestros errores y seguimos buscando las soluciones mágicas adolescentes que, con un abrir y cerrar los ojos cambiamos la realidad. Nosotros somos los que somos, y nos gusta vivir fuera de la legalidad y eso tarde o temprano nos volverá a traer problemas… necesitamos instituciones que nos sostengan, pero para ello falta tiempo porque la dirigencia sigue sin estar dentro de la legalidad y solo busca un lugar donde poder ejercer el poder megalómanamente.