martes, 4 de mayo de 2010

Negar o hacerse el opa

El mecanismo de defensa más arcaico descripto por el psiconálisis es la negación, es decir simplemente NO. Es el niño que juega solo a la pelota en el living de su casa y rompe un jarrón, la madre le pregunta ¿vos rompiste el jarrón? NO, yo no fui. Suena gracioso escucharlo en un niño que por su edad se le pueden perdonar dichas cosas, aunque corresponde mostrarle su error para que vaya adquiriendo el ser responsable.

Pero qué pasa cuando ya no es un niño, cuando la negación no encubre una travesura. Se podría pensar en una persona adulta cuya estructura psíquica nos demuestra que le gusta jugar con la verdad o la mentira, falsear el criterio de realidad suponiendo que no será nunca descubierto.

En estos días las noticias son contundentes al divulgar varios casos de corrupción: la empresa Skanska confirmó que pagó coimas, el embajador en Venezuela testificó sobre el pago de prebendas para participar en la venta de maquinarias agrícolas, también podemos nombrar la construcción de casas en el Chaco, la negociación del canje de la deuda y la relación existente entre el ministro de economía y una de las consultoras, el ex-ministro Jaime teniendo que vaciar sus casa por miedo a los embargos, el cuestionado De Vido y su sinfín de acusaciones, junto al aumento de la pobreza de muchos argentinos debido al incremento de la inflación.

Pero la negación de todas estas realidades y el seguir gobernando como si no pasara absolutamente nada ¿podrían ser englobados en un simple uso de la negación como mecanismo de defensa?

Me animaría a afirmar que no, que la complejidad de los hechos nos muestra que las personas del gobierno que usan la negación no lo hacen con fines de defensa según el criterio psíquico. Ellos saben que la realidad es otra y no dudan en negarla frente a la opinión pública porque se saben impunes, se saben que nada ni nadie (por ahora) los podrá enjuiciar. Seguirán negando mientras el pueblo siga negando su responsabilidad de asumirse como actor activo en el cambio de la nación, porque lo que sí es seguro es que el mecanismo de negación es usado por un pueblo que constantemente es saqueado y no hace otra cosa que decir No, ellos son buenos, hay otros que son peores.