sábado, 13 de abril de 2013

El Papa Argentino. sus sombras II


Sus sombras:
 
En su ejercicio del arzobispado, convivieron  su simpatía y apoyo con los curas villeros y la pastoral popular, con su apoyo y consuelo a cuanto dirigente político, social o empresarial (casi siempre de derecha) se opusiera al gobierno de los Kirchner. A través de la “vicaría de la educación” no tuvo reparos en protagonizar una escalada del poder de la educación privada, beneficiada cada vez con mayor presupuesto por parte del gobierno de Mauricio Macri (Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), sin nunca pronunciarse en defensa de la educación estatal, que es utilizada en su mayoría por los pobres.
Los días 7 de agosto en la Argentina se celebra con mucha devoción a San Cayetano, como patrono del pan y del trabajo. Son tradicionales las largas filas en el santuario del Barrio de Liniers para entrar a la Iglesia y pedirle al Santo por Trabajo. En ese contexto  el Cardenal Bergoglio presidía la misa central donde exponía en su homilía los males de la pobreza que asota a la Argentina, junto con ello, supo ser el presentador del “Proyecto social para el desarrollo”, un programa político apadrinado por Roberto Dromi, intendente de Mendoza en la dictadura militar y arquitecto legal de la entrega del país en la década menemista. Dos caras de un mismo proceso político-económico que generaron un país lleno de aquellos mismos pobres y excluidos, programa político que recorría todos los lugares comunes de la derecha vernácula, autarquía del banco central, fin de las retenciones y un par de prebendas más a favor de la derecha argentina.

Cuando sucedieron los hechos del secuestro de los padres Jalics y Yorio, lo encuentran a Bergoglio siendo un muy joven Provincial de la Provincia Argentina de los Jesuitas sólo él sabrá la verdad fehaciente de los hechos, ya que, una nube de confusos episodios la rodean.
 
Un par de temas claves para entender los hechos:
 
1. Aunque claramente hubo una coincidencia ideológica de muchos obispos argentinos con la dictadura militar, eso no significa que los militares hacían lo que los obispos pedían, ya que no escuchaban a nadie. Con esto afirmo que si no escuchaban a los obispos menos iban a escuchar a un simple sacerdote aunque sea superior de los jesuitas.
En este aspecto hay muchas fantasías con respecto al poder de palabra de la Iglesia, lo militares tenían todo muy planificado y el plan Cóndor era muy claro en su definición. 
2. Otra fantasía es la obediencia que se ejerce entre los sacerdotes y sus superiores. En la vida cotidiana de la Iglesia la defensa de ciertos principios que se optaron son claves, es decir, se sabe que a los sacerdotes en ese entonces jesuitas Jalics y Yorio, Bergoglio les pedió que se retiren de la villa y ellos le dijeron que no. Esa negación es clave para sacarlos de la compañía de Jesús y dejarlos por ese hecho sin una pertenencia clara y directa a alguien. Un Provincial jesuita no puede permitir que no lo obedezcan, como dos sacerdotes comprometidos no pueden dejar sus ideales. Para el periodista verbitsky (crítico acérrimo de Bergoglio) ese es el momento de la entrega a los militares porque les soltó la mano. Según mi modo de entender esa afirmación es forzar los hechos.
3. El jesuita Caravias (de origen español) que fue expulsado por la dictadura de Strossner en Paraguay, cuenta como Bergoglio le avisa que se tiene que ir de la Argentina porque lo busca el ejército, ese hecho le permitió irse le salvando su vida.

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