El miedo en general nos puede llevar a hacer cosas
impensadas; y en particular, el miedo a la consulta sobre el derecho a decidir
de pueblo de Catalunya nos enfrenta a situaciones insólitas. Como por ejemplo,
que voten en conjunto partidos que nunca se podría haber pensado que estarían
juntos porque defienden posturas opuestas.
Tanto susto produce una consulta democrática que el Partido Popular empezó a buscar firmas
en los ayuntamientos para que no se pueda realizar la consulta. Asombro produce
el pensar que se utiliza un planteo democrático (que los representantes de
ayuntamientos o diputados voten) con el fin de frenar un planteo democrático
por excelencia: que los ciudadanos voten su futuro.
Es una verdad incontrastable que el miedo produce
acciones locas y sin mucha lógica. Por
ejemplo, en el ayuntamiento del Hospitalet de Llobregat, el PSC pactó con el
Partido por Catalunya PxC, partido xenófobo con antecedentes claramente
franquistas.
El Partit per Catalunya (PxCat,
Partido por Cataluña) es un partido político español cuyo ámbito de
actuación prioritario es la comunidad autónoma de Catalunya. Nace como una escisión del partido populista
de ultraderecha Plataforma
per Catalunya, en 2007.
Hacen hincapié en la inseguridad ciudadana y la
inmigración, con especial énfasis en los "inmigrantes extracomunitarios
provenientes de civilizaciones abiertamente hostiles a Occidente"; proponen
el cierre de fronteras, la implicación del ejército en el control de fronteras
y la repatriación de la inmigración
islámica por razones de seguridad nacional.
Pero en estos tiempos que corren, no sólo se vota
locamente sino que se afirman cosas inusitadas. El vicepresidente del
Parlamento Europeo (PP), Vidal Quadras, afirmó que, si seguimos así, los
catalanes enviemos un General de la Guardia Civil e intervengamos Catalunya,
haciendo alusión al planteo independentista y debido al déficit de la Generalitat.
Lo que no recuerdan nunca es la deuda del Estado español con el pueblo catalán
debido al mal manejo que hacen de la coparticipación.
Lo que sí podemos afirmar es que las corporaciones siempre
actúan en función de ellas mismas, es decir, que a los políticos no les
interesa que la ciudadanía llegue a su
mayoría de edad y pueda decidir qué quiere para su futuro; los políticos se
posicionan como “tutores especializados” que decidirán por el pueblo, aunque
más no sea, de la mano de alianzas insostenibles o del ejército.
En suma y volviendo al título de esta nota, si a los socialistas argentinos los quiern
echar del Grupo de Trabajo del Foro de San Pablo debido a la declaración de un dirigente, ¿qué
deberíamos hacer nosostros con éstos, los de España y Catalunya, que hacen y
dicen cosas peores?
No hay comentarios:
Publicar un comentario